Siempre es diluvio.

El día que me escape de esa prisión se me hizo más dificil pensar, vivir y ser feliz. Pero soy emergente; los instintos y sentimientos optan por cojer la ruta alterna para descifrar como se lidia con verdadera libertad. Ya no se me puede devolver. Preferirían darme la silla antes de ponerme en comunicación con los demas presos. Una colonia de ciegos en un vestibulo con alambres de pua. Cada piso hacia arriba se va estratificando al ritmo del materialismo. Pero se aproxima algo feo. ¿El pronostico? Lluvia de fuego. Arder no es opción y construí una madriguera que me lleva a lo más profundo de mi conciencia. La toz de esta despiadada población será por siempre silenciada, Porque sabemos que cuando aqui llueve... Siempre es diluvio.