domingo, septiembre 20, 2009

Catarsis Colectiva

Yo solo sé ser yo, es obvio y natural. No sientes por nadie ni vives por nadie más. Pero ¿Alguna vez has deseado o querido sentir lo que siente otro? ¿O sentir que es lo que sentimos todos? Yo me embarco a veces en una exploración de lo que seria la percepción de la realidad en un mundo donde no soy yo, y soy todos a la misma vez; un pensamiento en el que soy quien quiera o cualquiera.

Usualmente basamos la realidad que nos rodea de acuerdo a lo que interpretamos a través de lo que aprendimos del ambiente interactuando con nuestros procesos bio-psico-sociales. Lo importante de esto es que todos tenemos una formación bio-psico-social y un ambiente diferente por mas que podamos vivir en la mismo pueblo, urbanización o tal vez la misma casa.

Tu, el puertorriqueño promedio, lo más seguro comes todos los días, tienes un techo y muchas o tal vez, las más relevantes necesidades misceláneas dispuestas en tu ambiente. Esta inscripto en ti ya un estándar de vida que es completamente relativo depende de tu posición social, lugar, color, credo y un sin numero de cualidades que determinan quien eres y como vives. Pero se nos enseña a enfatizar solo lo que nosotros sentimos. Sin duda, no puedo descartar esto ni darlo por egocentrismo porque en fin solo podemos ser nosotros.

Dado que el humano tiene conciencia, tiene el don de analizar, pensar y llegar a conclusiones basados a lo que es su estructura moral, lógica y crítica nos pone en una jerarquía natural superior que nos permiten todo aquello que solo el humano puede sentir o hacer que los otros organismos en el mundo que conocemos no pueden.

Pero no importa donde te hayas formado y lo que sabes, hay unas normas universales no escritas que desde el principio como humanos concientes nos hizo posible vivir colectivamente. El considerar, conciente o inconcientemente, que el prójimo necesita lo mismo que uno, que sentimos lo mismo, que estamos compuestos por las mismas emociones y que podemos ser afligidos por los mismos problemas, que es tal vez lo que estamos olvidando. El fervor individualista que nuestros sistemas causan a través de sistemática escasez y el manejo de perspectivas mal adaptantes nos tiene en gran conflicto con nosotros mismos. Eso que deseo y a veces visualizo que parece tan absurdo, no es tan absurdo en simplemente determinar que lo que yo puedo sentir, lo puedes sentir tu. La consideración, un acto exclusivo del humano es lo que tal vez nos encaminaría a la utopía. Actuamos en regresión poniéndonos como el centro del universo nuevamente como un infante que solo piensa en el aquí y en el ahora. Seguro, somos seres con instintos libidinales recesivos, pero ya no hay algo como instinto humano; lo que hay es cognición humana capaz de hacernos más que animales.

Estos niveles desproporcionados de individualismo es lo que tal vez nos llevara a la ruina. Ese sentido de desconexión del colectivo a que pertenecemos que pone lo que necesitamos por encima del prójimo es el resultado de un falso ego guiado por el insaciable deseo del poder que nos causan estos mecanismos de tiempos modernos que nos inyectan miedo y avaricia constantemente. Es imperativo saber que un colectivo en guerra con si mismo esta condenado a desistir.


1 comentario:

  1. El ego evita que la gente se quiera por lo es. Se valora solo lo que hace la persona, en lugar de como piensa.

    El colectivo necesita una union mental que cada vez se desvaloriza y solo se le da enfoque a posiciones vanales de jerarquia que nos alejan cada vez mas en estratas sociales y no permiten el trabajo en conjunto hacia un bien comun.

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